jueves, 1 de agosto de 2013

NISOS PANAHIA, PLANITIS; 39º21 N- 24º.05E


A Panahia  entramos por el noreste. Nos recibe silenciosa.  Arriba,  en la montaña está la enorme casa de su único habitante. Era una comunidad, pero  queda en ella un solo hombre. Se fueron marchando o muriendo y él se quedó. Se alegra con las visitas, y te ofrece frutas de su huerta, es un lugar enorme para una sola personas. Las placas solares hacen su trabajo para  el anacoreta del siglo XXI. No hay nadie más, solo los animales se pasean, nadan  o vuelan libres.
Entramos por una pasaje estrecho hasta el fondo de una bahía. Solo se ven unos cuantos veleros y cabras, muchas cabras que se pasan la tarde y parte de la noche balando.
La ausencia de ruido resulta tan asombrosa que un hombre nadando parece un motor y las cabras parecen miles. Se puede escuchar el murmullo de las conversaciones en diferentes idiomas que salen de los veleros. La luna llena, sale gorda por detrás de la montaña.

No hay comentarios:

Publicar un comentario